Hola gente
Ya estoy en casita de nuevo.
Finalmente, alrededor de las once de la mañana del sábado 16 de junio, Salva y yo llegamos a la plaza de Obradoiro y contemplamos la monumental fachada barroca de la Catedral de Santiago de Compostela, final de nuestra aventura.
Han sido trece etapas donde hemos aguantado el sol, la lluvia, el viento... y las ampollas. Por desgracia, alguna que otra nos salió pero por fortuna se quedó en eso, pequeñas molestias. Espalda, tobillos y rodillas aguantaron como campeones.
Ha sido una pena disponer de tan poco tiempo para disfrutar de Santiago de Compostela, hoy domingo teníamos los billetes de vuelta a casa y no había más remedio que abandonar la ciudad, no sin antes meternos entre pecho y espalda la mariscada que nos comprometimos a degustar una vez alcanzada la meta.
Como fin de camino, terminamos en un bar de copas bebiendo...¡¡¡y bailando salsa!!!. Reconozco que después de andar 300 km es lo último que pensaba hacer en Santiago, pero ya que la mariscada nos quitó los dolores y la gente se empeña en llevarme a esos sitios...¡habrá que bailar!.
Han sido dos semanas increibles que nunca olvidaré. He conocido rincones nuevos de España, degustado excelente gastronomía nueva para mi y, sobre todo, conocido a mucha gente estupenda con la que he compartido el camino.
No sé cuando volveré a repetir el camino, ni si lo haré más corto o más largo la próxima vez, simplemente sé que lo volveré a repetir. Por supuesto, evitando los años Xacobeos, en esos años la afluencia al camino es masiva y puede haber problemas para conseguir alojamiento.
Cualquier palabra que añada será poca para describir esta aventura, es mejor sentirlo en propia persona. Para el que se sienta animado leyendo estas líneas... ¡buen camino!
Besos y abrazos
domingo, 17 de junio de 2007
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2 comentarios:
Hiciste el Camino con Fray Leopoldo....!!!!!
Qué guay!!!!
Ese Killo!!!
Es la última moda en el look de peregrino. Dos semanas sin afeitarse tienen su resultado.
Un abrazo
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