lunes, 13 de julio de 2009

Vacaciones 2009. Capítulo 1: Cádiz

Hola gente

Tengo la gran suerte de vivir en un lugar tan maravilloso como Andalucía, donde cada rincón esconde un tesoro digno de ser admirado. Todos esos rinconcitos de Andalucía que aun no he podido admirar personalmente forman una amplia lista de espinitas que espero algún día quitarme todas.

En estas vacaciones ha tocado eliminarse algunas de la espinitas de la provincia de Cádiz, estableciendo el comienzo de la visita por la capital. Para ir abriendo boca, parada en el camino hacia Cádiz para visitar Medina Sidonia y Vejer de la Frontera, dos pueblos que conservan en sus calles sus raices musulmanas.

Medina Sidonia. Arco de La Pastora

Vejer de la Frontera. Plaza de España


La siguiente parada fue Cádiz, tacita de plata. Ciudad con más de 3.000 años de historia por la que han pasado fenicios, romanos y árabes, y que a pesar de su hospitalidad las tropas de Napoleón no consiguieron invadir. Gracias a Cádiz tenemos nuestra primera Constitución, La Pepa.

Cádiz. Monumento a Las Cortes de 1812


Su gente tiene un gran sentido de humor, que ha hecho posible el carnaval más alegre de España (al menos para mi gusto). Da gusto atravesar Puerta de Tierra y adentrarse en su barrio antiguo casi rodeado en su totalidad de agua, recorrer sus calles y contemplar sus edificios construidos con piedra ostionera.

Cádiz. Catedral

Cádiz. Balneario de La Palma y playa de La Caleta


La frase publicitaria de Cádiz no puede ser más acertada: la ciudad que sonríe.

Continuará...

Besos y abrazos

Lo peor del verano

Hola gente

El verano es una época del año especialmente atractiva para la mayoría de nosotros por muchas razones, aunque no cabe duda que por encima de todas está la gran razón de las vacaciones. La mayoría de nosotros podemos disfrutar de unas bien merecidas vacaciones en las que poder desconectar por un rato del trabajo y pasar mejor estas calores que nos acompañan en España.

Sin embargo, toda esta desbordante alegría tiene un gran e irremediable pero, que hace que toda esta magia estival se haga añicos tarde o temprano.

Ese gran pero al que me refiero, que considero lo peor del verano, es que...

¡Las vacaciones se acaban!

Así que aquí me leéis con la lógica tristeza que me acompaña tras el final de mis vacaciones, sin saber muy bien cuándo podré disfrutar mis próximas vacaciones. Mientras tanto, me consolaré con la idea de que han sido unos días bastantes fructíferos en el que he hecho de todo menos descansar. ¡Que me quiten lo bailao!

Aun a pesar de este gran pero... ¡bendito verano!

Besos y abrazos