Aprovechando el día soleado que hemos tenido en la provincia de Málaga, he ido al pueblo de Carratraca, pequeño pueblecito entre las sierras de Ronda y Antequera, conocido por su balneario de aguas sulfurosas que durante el siglo XIX fue frecuentado por las realezas europeas.
Aunque para los enamorados del buen comer, seguro que conocen mejor el pueblo por Casa Pepa, una fonda pegada al balneario. El sitio es peculiar, te sientas en el salón de la casa rodeado de las fotos de comunión y boda de la familia que regenta el negocio, o bien en el rellano de la segunda planta, o en su terracita interior (donde hoy he tenido la suerte de almorzar). Los espacios están bien aprovechados allí y para grupos numerosos puede resultar un poco incómodo.
Ahora bien, la comida allí servida bien merece la pena soportar la incomodidad. Comida casera en cantidades contundentes por sólo 8 euros, ese podría ser el eslogan de Casa Pepa. Desde luego, el que entra allí tiene garantizado que sale de la fonda saciado. Eso sí, hay que ir temprano... o armarse de paciencia para esperar una mesa libre.
Por esa razón esta fonda es para mi un auténtico homenaje a la gula.
Besos y abrazos
La decoración deja mucho que desear, pero la comida lo compensa
3 comentarios:
Pues, no dejaré en el olvido la recomendación.
Muchas gracias, Manolo.
Gracías por hacer referencia a este pequeño y peculiar pueblo.
Como ya sabes muy especial para mi, para la próxima te recomiendo pruebes los dulces: cubiletes, tortas de almendras...
mmmm .....jaja!!
Besos.
Landahlauts: Hay tantos rinconcitos por descubrir aun... Seré generoso y lo compartiré con todos vosotros.
Mya: ¡Tú lo que quieres es que cuando vaya de nuevo te traiga dulces!
Saludos
Publicar un comentario