Una semana santa en el Paraiso

Hola gente

Aproveché la semana santa para darme una vuelta por ahí, y decidí visitar Tenerife.

Tuve la suerte de contar con la infinita hospitalidad de mi amigo Rubén, de su mujer Elisa y el de su familia, que tuvieron la suerte de aguantarme durante toda la semana santa.

Tomando como centro de operaciones La Orotava, ciudad donde residen mis amigos, partíamos todos los días rumbo a un nuevo rinconcito de la isla por descubrir y admirar. Tenerife es un lugar que me apasiona, es increible la cantidad de contrastes que tiene esta isla y cómo varía tanto el clima y el paisaje en tan pocos kilómetros. Por algo las islas Canarias son llamadas las islas afortundadas.

La parte norte está plagada de vegetación y montaña, donde la naturaleza se manifiesta de muy diversas maneras. Es mi parte favorita de la isla.

Paisaje de Masca

Valle de la Orotava. El Teide (aun con algo de nieve) al fondo

Vilaflor. El pino gordo, ¿por qué lo llamarán así? :-)

Santa Cruz de Tenerife. Playa de Las Teresitas (playa artificial, la arena es del Sahara)

La parte sur es más seca y me llama menos la atención, es principalmente turística y está llena de hoteles y playas (las únicas playas naturales de Tenerife que son de arena blanca). Vamos, otra Costa del Sol.

Playa de Los Cristianos. Los cayucos no eligen mal sitio para desembarcar

También tiene ciudades con historia. La Laguna es ciudad Patrimonio de la humanidad, aunque sinceramente me gusta más La Orotava, tiene más encanto.

La Orotava. El Palacio de los Balcones

La Orotava. El Liceo de Taoro

Y por si fuera poco, la gastronomía es excelente. El mojo (rojo, verde, picón), el queso (sobre todo asado), papas arrugadas, el pescado en muy diversas maneras... y los postres. Impresionante muestra de postres caseros en prácticamente cualquier bar o restaurante. Mis favoritos, el mousse de gofio y, sobre todo, el bombón gigante que hace la madre de Elisa. ¡Exquisito!

Por todo eso y mucho más, considero que Tenerife es un Paraiso.

Besos y abrazos